La Historia detrás de “Angel of Harlem”, el Homenaje de U2 a Billie Holiday
En 1988, U2 lanzó uno de los temas más cálidos y nostálgicos de su discografía: “Angel of Harlem”, una canción que funciona como homenaje, recuerdo y celebración de la cultura musical afroamericana en los Estados Unidos. Incluida en el álbum Rattle and Hum, este sencillo destaca por su sonido influenciado por el soul y el rhythm & blues, alejándose del estilo más rockero que caracterizaba a la banda en la década de los ochenta.
La canción nació durante el viaje que el grupo realizó por Estados Unidos mientras grababa y filmaba partes de su documental Rattle and Hum. Durante esa travesía, Bono y los demás integrantes se sumergieron en la historia musical norteamericana, especialmente en ciudades profundamente marcadas por el jazz, el blues y el gospel.
“Angel of Harlem” es, en esencia, un homenaje a Billie Holiday, conocida como Lady Day, una de las voces más influyentes y emotivas del jazz. El título hace referencia a la cantante, cuya historia personal está estrechamente ligada al barrio de Harlem, en Nueva York, epicentro cultural afroamericano donde surgieron movimientos artísticos y musicales que marcaron el siglo XX.
La letra menciona lugares icónicos de la ciudad, como el renombrado estudio de grabación Sun Studios, así como referencias a músicos y estilos que inspiraron profundamente a U2 en aquella época. El resultado fue una pieza con una energía cálida, acompañada por vientos y una orquesta que aporta una atmósfera elegante y emocional.
Más allá del homenaje a Billie Holiday, la canción transmite la sensación de descubrimiento que el grupo vivió al adentrarse en la historia musical estadounidense. Para U2, este recorrido significó un renacer artístico: fue el puente entre el sonido de sus primeros años y la búsqueda más experimental que llegaría con la década siguiente.
Con el tiempo, “Angel of Harlem” se convirtió en una de las canciones más queridas por los seguidores de la banda, no sólo por su belleza melódica, sino también por su sentido de respeto hacia figuras fundamentales de la música. En vivo, sigue siendo un tema que conecta con el público, evocando emoción, historia y la voz inmortal de Billie Holiday.


